Esta es una carta al director (no publicada) que mandé anoche a El Mercurio tomando posición frente a lo sucedido:
"Sr. Director:Me parece ciertamente contradictorio que alguien acuse de desleal o de poco demócrata a quién ha compartido información relativa a los pormenores de una votación de la Cámara de Diputados con la ciudadanía. Me parece que esto se vuelve escandaloso cuando quienes realizan esa acusación son los propios parlamentarios cuya votación ha sido publicitada y expuesta al escrutinio público.Hace falta, por tanto, recordarles a estos diputados lo siguiente. Primero, que la principal lealtad de los parlamentarios, como representantes del pueblo, es con la ciudadanía. Segundo, que la democracia representativa se basa en que la ciudadanía tenga la posibilidad de conocer y escrutar el comportamiento de sus representantes para así poder hacerlos responsables. Es por eso que los votos en el Congreso son públicos, no como los votos de los ciudadanos que son secretos.Las acciones que ellos condenan no son, por tanto, ni desleales ni poco demócratas. Si que lo son, no cabe duda, sus intentos de censurar la circulación de la información y de ocultar a la ciudadanía su comportamiento legislativo."